Romerías y fiestas en la Ermita de Manjavacas y en Mota del Cuervo.

 En Mota del Cuervo, las fiestas se celebran desde el año 1614, en el mes de septiembre  cuando el rey de España Felipe III, le concedió a Mota del Cuervo un privilegio de villazgo y jurisdicción, concediéndole una feria, que duraba los tres primeros días del mes de septiembre. Estas fiestas se celebraban en la plaza del Toril y el Coso, llamadas así por los festejos taurinos que allí se celebraban. Mota del Cuervo tenía una bula Papal sobre las corridas de toros durante las fiestas.

Por razones de insalubridad, en el siglo XVII, la Ermita actual de Manjavacas, fue construida, donde se encuentra el cruce de caminos, a seiscientos metros de la Ermita vieja, a una legua de Mota del Cuervo.

Manjavacas pertenecía al término de la Mota. Cada mes de abril los moteños celebraban romerías en la Ermita de Manjavacas en honor a la Virgen de La Antigua. A mediados del siglo XVIII las fiestas pasaron a Mota del Cuervo cambiando la fecha del mes de abril al mes de septiembre coincidiendo con las fiestas de Mota del Cuervo.

A mediados del siglo XVIII, Nuestra Señora la Virgen de la Antigua, es trasladada en romería con las andas a hombros, corriendo siete kilómetros, desde la Ermita de Manjavacas a Mota del Cuervo. La devoción tomó el nombre del lugar de donde venía. La Virgen de la Antigua, pasó a llamarse Nuestra Señora la Virgen de la Antigua de Manjavacas, Patrona de Mota del Cuervo.

Estas fiestas se han venido celebrando los tres primeros domingos del mes de septiembre, pasando a finales del siglo XX, a celebrarse los tres primeros domingos, del mes de agosto.

La traída y llevada de la Virgen corriendo, desde la Ermita a Mota del Cuervo, es una celebración declarada de interés turístico.

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