Don Quijote y Sancho Panza, van dejando a lo largo de sus aventuras puntos y señales, recordando el lugar de la Mancha que es su pueblo: Mota del Cuervo.

 


Cuando el Paje de la señora Duquesa llegó al lugar de La Mancha, para entregarle una carta de Sancho Panza, a su mujer Teresa Panza (Cap. L). En la entrada del pueblo, “La Mota”, donde estaban lavando varias mujeres, entre ellas estaba Sanchica la hija de Sancho Panza. Este arroyo se abastecía de las aguas de la sierra, y de las aguas subterráneas del pozo de la Pozanca. Bajaba desde la sierra, pasando por el pozo la Pozanca, por el huerto Bujero, pasaba por debajo del puente Iberorromano, de la carretera de Belmonte, (hoy este puente, se encuentra enterrado debajo de la carretera), el arroyo, seguía por el Portazgo, bajaba por el lado izquierdo del Camino Real Madrid a Cartagena, (frente al Mesón de don Quijote hoy), pasaba por donde está el pozo de las fuentes, seguía para desembocar en la laguna que existía en La Mota. (La laguna estaba situada en el lugar que llaman las puertas falsas). Este arroyo ha estado en activo hasta los años 50 del siglo XX. Ahora esta canalizado.

En Mota del Cuervo en los años 50 del siglo XX, existían varios riachuelos o acequias, por donde bajaban las aguas desde la sierra. Una pasaba por el pozo seco, otra por el pozo colorado y otras bajaban desde la sierra cruzando los caminos, las acequias estaban en activo durante todo el año, iban a desembocar a la acequia Madre. En estas acequias, corría el agua durante todo el año. Cuando cruzaban los caminos, siempre existía una poza, donde se podía coger agua para beber y abrevar a las caballerías.

La acequia Madre está en activo, nace en el camino del Zangarrón, a cincuenta metros de la carretera de Los Hinojosos. Pasa por Mota del Cuervo, para ir a desembocar en la laguna de Manjavacas.

Don Quijote y Sancho Panza, cuando regresaban de su tercera aventura: El camino, por donde vinieron al lugar de la Mancha, es el mismo camino por donde vino el paje de la señora Duquesa, para entregarle una carta de Sancho Panza a Teresa Panza su mujer. Este camino viene desde Barcelona, Zaragoza, Cuenca, Cervera, Villaescusa de Aro, Monreal del Llano, Mota del Cuervo, al cruce de Manjavacas, donde se une con los caminos de Toledo, Murcia a Cartagena y el camino de Valencia a Sevilla. (documentados por Juan Villuga).

Don Quijote y Sancho Panza, caminaron aquel día y aquella noche sin suceder cosa digna de contarse. Don Quijote contento, esperaba el día, por ver si en el camino topaba ya, desencantada a Dulcinea del Toboso, su señora. Con estos pensamientos y deseos, subieron una cuesta arriba, la sierra donde se encuentran los molinos de viento desde la cual descubrieron su aldea, a vista de Sancho, se hinco de rodillas y dijo;

- Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado;

Déjate desas sandeces - Dijo don Quijote a Sancho Panza, y vamos con pie derecho, a entrarnos en nuestro Lugar, con esto y otras imaginaciones, bajaron la cuesta y llegaron a su Lugar”. La Mota.

Los moteños, como su paisano Sancho Panza, se desplazaban en aquellos tiempos a segar a Tembleque y a otros pueblos de la Mancha, como lo hacía Sancho Panza cuando era joven (IIP. CAP.XXXI).

En Mota del Cuervo, todos los veranos cuando llegaba la cosecha, existía la necesidad de ir a segar a otros pueblos de la Mancha baja, donde se adelantaba la cosecha unos días, así los segadores de Mota del Cuervo, aprovechaban, para estar segando unos días más, igual que lo hacía Sancho Panza cuando era joven, (IIP. Cap. XXXI). Esta costumbre ha existido en Mota del Cuervo, el ir a segar en cuadrillas a la Mancha baja, hasta los años 50 del siglo XX.

Don Quijote y Sancho Panza, se acordaban de su pueblo, Mota del Cuervo, donde había una industria montada alrededor de la alfarería. Existían cuatro o cinco hornos donde cocían los cántaros y tinajas, para uso doméstico. Era el oficio más extendido entre las mujeres y el único pueblo de la zona dedicado a la alfarería.

Don Quijote y Sancho Panza, cuando estaban lejos de su lugar, se acordaban de la alfarería, cuando don Quijote, le dice a Sancho; "sin darnos cordelejo porque de cualquier manera que yo me enoje, con vos, ha de ser mal para el cántaro". (IP. Cap. XX).

También se acordaba, Sancho Panza, cuando dice; “digo que no tiene nada de bellaco, antes tiene un alma como un cántaro”. (IIP. Cap. XXIII). 

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